Desde que Allende había asumido la presidencia el PS de Arica solía enviar, en forma más o menos seguida a Santiago, a Jaime López. Él era el cuadro que coordinaba las acciones entre el Comité Regional y el Nacional. Así siguió ganándose la amistad de Carlos Altamirano.
En Arica López contaba con súbditos que le rendían pleitesía. Hombres y mujeres jóvenes y adultas y unos cuantos enemigos que le cercaban y que él no podía advertir, pero que suponía los “socialdemócratas” del PS.
Entre los que para él eran los “revolucionarios” estaban Eleuterio Soza, Rigoberto Soto, Víctor Pizarro, Aquiles Quiguaillo, Mario Mirosevic, Sandalio Aguilar y unos pocos más entre los “viejos”…Entre los jóvenes le asistían: José Ortega, Jhonny Pérez, Álvaro Parra, un tal Figueroa, Luis Solar y otros cuyos nombres no recuerdo.
Eran los queridos por López y ellos, a su vez, querían a López.
Los que eran los tipos “fríos” (no insurreccionales) eran los menos amigos de López.
Y he aquí dónde empieza a conocerse la real posición de Jaime López. Él fue siempre un agente encubierto de los aparatos de seguridad del Ejército. Mientras su hermano Reinaldo (quien después se suicidaría en su exilio alemán) servía en muchas tareas al Jefe de la Guarnición de Arica: Odlanier Mena Salinas. Jaime era el “dialogante” con el mismo Coronel.
La dupla ODLANIER MENA SALINAS y JAIME LÓPEZ ARELLANO conformaría la cúpula que entregaría los nombres de los hombres “revolucionarios” del PS y a muchos de los cuales los acusaron de ser miembros del PLAN ZETA, invento de los militares para justificar el Golpe Militar.
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