En el exilio alemán, bajo la tiranía de Honecker, llegaron a vivir allí, tras ser liberadas en Chile (después de una muy corta prisión) Michelle y su madre.
Era 1975. Y luego llegó allí, como encargado internacional del PS, Jaime López.
En esos encuentros constantes en ese país, Bachelet le pidió a Jaime López que viniera a trabajar a Chile “por el retorno de la democracia”…
¿Cómo era posible que una mujer inteligente pensara que se podía luchar contra la dictadura en su más pleno apogeo?
Lo cierto es que aquí en Chile habían muchos trabajando por ello y por lo mismo, la DINA, a cargo del General Manuel Contreras, hacía un trabajo de joyería desmembrando a los que se atrevían a enfrentar al régimen de Pinochet.
López manifestó temor.
Ahora ese temor pudo tener este origen:
El obvio miedo de López de caer en manos de los aparatos de seguridad chilenos, y volver a tener que cumplir la tarea de entregar a sus compañeros de Partido. Lo más seguro es que López talvez ya no quería seguir en el juego sucio que tanto lo había marcado en su vida.
Sin embargo la porfiadez de Bachelet y el no poder mostrarse López como quien realmente era, lo que significaría su muerte en Alemania, lo hicieron volver a Chile…a cumplir la espantosa tarea de –por compromiso y miedo con la dictadura- seguir entregando socialistas a los aparatos represivos chilenos.
Ese gran error de Bachelet le costó al PS decenas de militantes por los que ella JAMÁS ha querido hablar ni PEDIR PERDÓN.
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