domingo, 27 de junio de 2010

La carta que LAS ÚLTIMAS NOTICIAS no publicó

La carta que LAS ÚLTIMAS NOTICIAS no publicó
Santiago, 18 de agosto de 2006.


Señor Director:

EL TRÁGICO AMOR DE MICHELLE BACHELET es el título de portada de vuestro diario del 13/08/2006.
Y en las páginas siguientes se publica la información.
Otra vez la Presidenta nos trae a la memoria el nombre de Jaime López Arellano, compañero mío en la dirigencia de la Federación Juvenil Socialista de Arica en los años 1970-1971 y, en ese entonces, mi gran amigo.
Las razones de este recuerdo de la Presidenta se basan en lo que dice en el documental "Una mujer, un país". En él la Presidenta excusa las traiciones de López señalando que "pedirle a una persona de 24 años de edad que sea capaz de no pensar en el temor, de tolerar el dolor
(...) era un tremendo acto de no humanidad".
Como contramuestra de esto debo señalar que tras el triunfo de Allende la posición de López nos decía que la única vía posible para llegar al socialismo era la insurreccional y que para ello había que ser "muy valientes". El grueso de la dirección juvenil apoyaba esta idea
que también tenía muchos partidarios en la dirección adulta.
El contradecir esta postura me llevaron a alejarme de la FJS (1971) tras serios incidentes de los que la prensa ariqueña se hizo eco.
Jaime es catalogado por Escalona, Solari y otros líderes del PS como un "intelectual sobresaliente", "brillante" y "muy inteligente".
Reconozco que Jaime López sabía párrafos completos de Marx, Lenin y Mao. Que conocía bastante a los socialistas utópicos. Que sabía bien la historia revolucionaria de Ho Chi Min, Castro y Guevara. Que conocía lo que habían hecho Luis de la Puente en Perú y los hermanos Peredo en Bolivia, que sabía de Camilo Torres, de Marighela, de Caamaño y de otros líderes revolucionarios contemporáneos. Y si por eso lo consideran "muy inteligente", allá ellos.
Está bien: era inteligente; pero en especial yo creo que Jaime era un "memorión brillante". Porque si hubiera sido "MUY inteligente" quizás hubiera comprendido que Chile no estaba para un cambio tan radical como hacer una revolución y convertir al país en un Estado socialista.
Era fácil advertir que López no tenía el destino de los revolucionarios nombrados, que carecía del valor de esos héroes, y eso que ÉL nos exigía a nosotros ser "muy valientes"... Y ÉL, los hechos lo demostraron, no tenía esas cualidades. Entonces: ¿Por qué se metió en esto de la vía insurreccional, y peor aún, arrastró en esa aventura a otros jóvenes socialistas?
La edad no excusa el accionar. Muchos revolucionarios de su edad y aún más jóvenes cayeron en Chile sin delatar. Si él no tenía el coraje que le exigía a sus compañeros no debía haber participado de una "guerra unilateral" contra una dictadura que estaba en su apogeo y que torturaba y mataba con tanta facilidad, ya que era obvio que si caía en manos de
la DINA, tal como aconteció, iba a "quebrarse". Bajo esa óptica es más ilógico que sus compañeros en el exilio no hayan tomado en cuenta que López -como dice el libro de Ortega e Insunza- "está inquieto por su regreso a Chile, habla de los brutales métodos de la DINA, de por qué resultaría imposible para un detenido no colaborar. Pocos captan que habla en serio".
Ello señala a las claras de cómo los socialistas exiliados eran incapaces de interpretar lo manifestado por Jaime, pero también habla de su falta de capacidad y de decisión de negarse a la obligación que le imponía el partido. Su retorno al país y su participación en la lucha clandestina llevó al desmembramiento del PS y a la desaparición de cuadros importantes.
Cuando Jaime López era Encargado Nacional de la FJS. -durante el gobierno de Allende- lo hacía bajo la dirección de Carlos Altamirano, otro de los partidarios de la vía insurreccional.
Yo he investigado la época de López y su quehacer durante la UP y hasta su presunta desaparición.
Tales antecedentes conforman parte de un próximo libro mío sobre el unilateral accionar de la Comisión Valech.
Para mí, reitero, no tiene excusa la edad de quien se decía insurreccional.
Como tampoco tienen justificación quienes en Arica y en Santiago le dieron apoyo a su posición "ultra" e irracional durante la UP, muchos de los cuales gozan hoy del sistema neoliberal dominante, como tampoco la tienen quienes lo empujaron a volver al Chile de mediados de los setenta: un infierno cercano a la Antártica.



JOSÉ G. MARTÍNEZ FERNÁNDEZ

Rut 5.110.040-9

NOTA: Esta carta la envíe en la fecha señalada al diario indicado, el que no la publicó.
La idea del libro sobre López ya la había desechado hace tres años. Los sucesos que me afectaron durante el gobierno de la que fuera su “polola” me hicieron retomar el caso

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