domingo, 27 de junio de 2010

JAIME LÓPEZ ARELLANO: HOMBRE INTELIGENTE E INTRIGANTE

Nadie discute la inteligencia de Jaime López Arellano, a quien conocí en Arica cuando me tocó participar de la directiva de la Federación Juvenil Socialista (FJS), en 1970, tras el triunfo de Allende. En la juventud tenía un apodo: “El cuye Alemán”, por ser un tipo, para nosotros, agringado. Algo de eso tenía, pero lo que más llamaba la atención era su capacidad oratoria. Poseía una magnífica retórica. Usaba a la perfección el lenguaje. A ello agregaba sus importantes conocimientos sobre los grandes ideólogos y marxistas prácticos, además de conocer muy bien a los socialistas utópicos.
Amaba a los maoístas y repudiaba a los nuevos conductores de la URRS. y no le gustaba el PC…Ni incluso el MIR. En aquel tiempo solía hablar pestes de Luciano Cruz Aguayo y de Miguel Enríquez. Su referente era Carlos Altamirano Orrego, líder nacional del PS, y el hombre que lo condujo a un importante cargo en la Federación Juvenil Socialista a nivel nacional.
En la juventud socialista contaba con la admiración de un tal Pérez, un tal Mirosevic (tipos de regular preparación política) y de un tal Figueroa (un sujeto nulo en política).
C. V., un importante líder del PS ariqueño, nunca lo vio con confianza, al igual que el viejito Espinoza, que consideraban a López “un sujeto extraño”.
V. era, para muchos socialistas, el líder de mayor proyección en el PS. No sólo a nivel local, sino que nacional. Nadie duda hoy que C. V. hubiera sido a lo menos Ministro de Estado o Senador.
Fue precisamente él quien se fijó en la extraña amistad que López tenía con el Jefe Militar de Arica: Odlanier Mena Salinas, quien, durante la época de Pinochet, sería jefe de la CNI.
Solía López reunirse con este caballero en diferentes lugares de la ciudad.
¿Por qué un dirigente socialista importante de Arica se juntaba con el Jefe Militar de la ciudad cuando las cosas se empezaban a poner “turbias” en torno al gobierno de Allende?
La derecha ya había sacado sus garras.
Y cuando en junio de 1971 la VOP (Vanguardia Organizada del Pueblo) asesinó a Edmundo Pérez Zujovic (padre del actual Ministro Edmundo Pérez Yoma), la Juventud Demócrata Cristiana insultó y agredió a cuanto socialista encontró en las calles de Arica, mientras López pasó “piola”.
Fue extraño.
Hasta el pobre viejito Arias sufrió insultos junto conmigo en la esquina de la calle Juan Noe con San Martín, a pasos de la Sede del PS.
C. V. tenía razón en sus argumentos, al igual que, en escala más baja, el “pelao” Espinoza.
López, a lo menos, era un sujeto “extraño”.
Para C. V. Jaime López siempre fue un delator.
Y el paso de los años parece haberle dado la razón.

Pero lo singular de López es que V. y otros pocos compañeros eran “soplones”. V. aparecía, para él, como agente de la CIA. Ese agente de la CIA ha terminado sus días casi sobreviviendo…¿Qué agente de la CIA termina así?
López difamaba a V.
Y ello se debía, seguramente, a la inteligencia de V. Éste hombre -que superaba en diez años de edad a López- era un tipo brillante. Aunque su dicción –por un problema de salud- no era cómo la de López, tenía una cultura política impresionante. No sólo se conocía al dedillo a los ideólogos del socialismo marxista real y utópico; además sabía de los pensadores liberales y muchos otros…Es decir: era capaz de desarmar las teorías más complacientes de sus adversarios políticos.

Si V. no llegó más arriba en el P.S. se debió a las intrigas de Jaime López.

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